miércoles, 8 de octubre de 2008

Paréntesis.


Mitología egipcia.

Aunque en el anterior artículo dije que continuaría con el siguiente fragmento de la historia de Egipto, quiero hacer un pequeño paréntesis y hablar un poco de mitología egipcia, ya que es un tema que me interesa especialmente. No pretendo profundizar en el tema, sólo explicar el origen del mundo según esta cultura, mencionar los nombres de algunos dioses y comentar sus esferas de influencia más importantes.


Al principio todo era caos (¿os suena?) y de allí surgieron Nun, el océano primordial, y Ben Ben, la montaña primigenia. Atum (cuyo nombre significa a la vez "totalidad" y "nada") surgió por sí mismo de Nun, se posó sobre Ben Ben y, con su saliva o, en algunas versiones, con su esperma, engendró a la pareja Shu, el aire, y Tefnut, la humedad. Estos, a su vez, engendraron a Nut, el cielo, y a Geb, la tierra. De la unión de Geb y Nut nacieron cuatro hermanos gemelos: Osiris, Isis, Seth y Neftis, que contrajeron matrimonio entre ellos (Osiris con Isis y Seth con Neftis).

Estos dos parejas eran antagónicas: mientras que Osiris e Isis representaban las fuerzas positivas del cosmos, la regeneración y la vida, Seth y Neftis se identificaban con el caos y la esterilidad. Según el mito, Osiris se convirtió en un rey bondadoso que abolió la antropofagia y enseñó la agricultura a los hombres pero Seth, que aspiraba al trono y que reprochaba a su hermano el haber cometido adulterio con Neftis (adulterio del que nació Anubis), lo encerró en un sarcófago y lo arrojó al Nilo. Cuando Isis se enteró partió en busca de su esposo, al que encontró en Biblos, y lo escondió entre las marismas del delta. Sin embargo, Seth descubrió el escondite, descuartizó el cuerpo de Osiris y esparció sus restos por todo el país.

Isis, acompañada por su hermana Neftis, recorrió el territorio buscando y juntando de nuevo los trozos del cuerpo de su esposo. Después, Anubis practicó por primera vez los ritos del embalsamiento. Acto seguido, Isis se convirtió en ave y con el batir de sus alas devolvió el aliento al difunto, con el que se unió para engendrar a Horus. Osiris se convirtió en el rey del inframundo, mientras que Horus decidió vengar a su padre y recuperar la corona que les había arrebatado Seth. Para conseguirlo, se enfrentó a este en una encarnizada batalla donde Horus perdió un ojo y Seth perdió su miembro viril.

Horus consiguió imponerse a las fuerzas maléficas de su tío, recuperó su legítima autoridad y se convirtió en rey de Egipto. Su nombre pasó a ser un título indispensable que todos los faraones debían llevar a partir de entonces y que justificaba su poder (ya que los convertía en un dios-hombre viviente, descendientes directos de los dioses).

Aunque estos eran los dioses más importantes, todavía había muchos más en el panteón egipcio. Anubis, el dios chacal, acompañaba a las almas de los difuntos ante el tribunal divino y arrancaba el corazón del pecho de los muertos para colocarlo en la balanza. También era el protector de los sacerdotes embalsamadores por haber sido el primero en celebrar este ritual. Maat era la encarnación de la justicia, de la verdad y del orden universal, y se le representaba como una figura humana con una pluma de avestruz o con alas de este animal; presidía, junto a Osiris, el juicio de las almas, y su pluma era el contrapeso de la balanza donde se colocaba el corazón del difunto. Thot (Djehuty en egipcio) era el dios de los escribas, de la sabiduría y de la música; se le representa con cabeza de ibis o como un babuino, es el inventor del lenguaje articulado, de la escritura y del calendario egipcio y se encarga de pesar las almas en el juicio divino. También actúa como contable y escriba de los dioses. Ptah fue el creador de los hombres, a los que moldeó a partir de arcilla, y el maestro constructor, dios y patrón de los artesanos, los albañiles y los arquitectos. Se le representa como una figura humana momificada, con un casco y subido a un pedestal. Hator (Hut-Hor, en egipcio:"templo de Horus") era la diosa del amor, del deseo y de la fertilidad; era la esposa de Horus y se le representaba como una vaca o como una figura humana con cuernos de este animal. Ofrecía un aspecto festivo y, en ocasiones, llevaba un sistro con el que hacía música para acompañar sus frecuentes bailes.

Ra (o Re) era el dios del sol, padre de toda existencia y motor esencial de la creación. Se le representaba como un escarabajo pelotero o como una figura humana con cabeza de halcón montada en una barca, con la que cruzaba el cielo a lo largo del día. Sekhmet, o Sejmet, una diosa guerrera y vengativa, esposa de Ptah, era representada como una leona o como una mujer con cabeza de leona. Para los egipcios era ella la que causaba la mayor parte de desastres naturales (especialmente las tormentas de arena) y epidemias, por eso realizaban libaciones para emborracharla y dormirla; se la conocía por los sobrenombres de "la terrible" y "la poderosa". Bastet, adorada sobre todo en Bubastis, era protectora del hogar y de los hijos. Se mostraba como un gato o como una mujer con cabeza de gato y se dice que solía estar de buen humor, ya que era el lado bueno y dulce de Sekhmet. Taweret, o Tueris, cuyo nombre significa "la Grande" (Ta-Urt, en egipcio), era la diosa hipopótamo protectora de las mujeres embarazadas y favorecía la abundancia de leche materna, por eso también se podía mostrar como una mujer gestante con cabeza de hipopótamo y los pechos hinchados.

Sobek, con cabeza de cocodrilo, era el creador del Nilo y el dios de la vegetación, aunque también se relacionaba con los accidentes en la navegación, y se encargaba de devorar las almas que no conseguían pasar favorablemente el juicio de Osiris. Amón, "el oculto", era el protector de una saga real tebana y se impuso como uno de los dioses más poderosos del panteón egipcio, especialmente cuando se asoció al dios solar Ra. Además, era el señor de los vientos y se creía que estaba en todas partes a la vez; se le representaba con cabeza de carnero y cuernos en espiral o como un hombre momificado de piel azul con dos plumas verticales en su cabeza. Jonsu es un dios lunar y viajero, un niño momiforme con una luna creciente y un disco lunar sobre la cabeza. Lleva también una coleta lateral, símbolo de su juventud. A veces era representado como un hombre barbado y cruel que aparece en situaciones violentas pero, si se le conjuraba bien, ayudaba a las personas a deshacerse de los malos espíritus y curaba a los enfermos.

Por último, y aunque no estuvo mucho tiempo en el panteón, hay que citar a Atón, el disco solar. Los sacerdotes de Amón se habían impuesto en Luxor a infinidad de cultos menores, y Amón-Ra llegó a ser la divinidad más importante del país. De este hecho surgió el primer intento de monoteísmo en Egipto, ya que el faraón Amenofis IV (o Amenhotep IV) cambió su nombre a Akhenatón ("el que agrada a Atón") porque sostenía que este dios era el único verdadero; así que prohibió el culto a los demás dioses durante todo su reinado. Se destruyeron templos y se borraron los nombres del resto de los dioses, lo que le granjeó al faraón muchos enemigos, hasta el punto de que monarcas posteriores intentaron destruir el recuerdo de su reinado.

Hasta aquí la lista de dioses del Egipto antiguo. No obstante, aún quedan por citar numerosas divinidades menores como, por ejemplo, el toro Apis, la diosa Uadjet (la cobra), la diosa Mut (el buitre) y el genio Hapy, cuyas influencias normalmente eran más locales que nacionales y, por esa razón, no son tan conocidos. A ellos se une una gran cantidad de diosecillos y genios protectores del hogar o causantes de molestias, todos ellos de carácter familiar. En el próximo artículo seguiré con la historia de Egipto, ya que está empezando la parte interesante.
Tatiana Navarro Gimeno.

2 comentarios:

Odiseia dijo...

Respecto al origen del mundo y a la genealogía de los dioses, la que yo doy es sólo una versión de las muchas que hay. En otras, por ejemplo, Anubis es hijo de Seth y de Neftis y no producto de un adulterio,y los cuatro gemelos son hijos de Tueris.

También ocurre que algunas esferas de influencia de los dioses son comunes, por eso se les confunde y se les adora con otros nombres. Es el caso de Bastet, que es adorada como Tefnut en Heliópolis, como Mut en Tebas y como Sekhmet en Menfis, por tener atributos iguales o parecidos a los de las otras diosas.

Por último, en el caso de los parentescos entre los dioses pasa lo mismo. Un ejemplo de esto lo vemos en Jonsu, el dios-niño, que en Menfis era hijo de Sokar (dios de la oscuridad y la decadencia) y de Hator, y en Tebas era hijo de Amón y Mut.

Todas las versiones son igual de válidas, así que es mejor que os quedéis con la que más os guste.

Tatiana Navarro Gimeno.

Odiseia dijo...

ey tati! el artículo esta genial, me encanta. Aunque bueno, ya sabes que la mitología es lo nuestro y esta algo relacionado con el blog ;) pero el artículo es genial. Espero que el próximo artículo que me toca a mi te guste.

Un besito
Penélope